Caminando
Los puros sueños no bastan para dar de comer a veces,
lo piensas una noche de pronto con tus manos en los bolsillos
y caminando por la calle cargando solo con tus pensamientos,
todo es más fácil cuando crees saber cuál es tu destino
ese destino que viste de gris, tiene mala cara pero te es fiel como una mascota.
Las reliquias de momentos felices suben de valor en estos tiempos,
mientras las esperanzas se venden por kilos y cada vez más baratas.
La luz se filtra por entre las sombras, pues toda palabra escrita (sin excepción),
terminará siendo una nota dentro de una botella arrojada al mar.